"El hombre que ríe"
Dos historias en un mismo relato, narradas ambas por el mismo narrador, un niño pre-adolescente quien cuenta la historia del Jefe de su grupo y su novia y la del hombre que ríe, que es la historia que le narra el Jefe a su grupo de deportistas.
Lo que me gustó de este relato es la historia del hombre que ríe, al igual que a los niños me llama la atención de la historia de aquel pobre hombre que debe esconder su rostro desfigurado, que la naturaleza no le dio pero si la maldad del hombre, debajo de una mascara, la cual se quitará sólo cuando la muerte ronda, la propia y la de sus enemigos.
En el final, el cruce de las historias da indicios que la ficción que creían los niños tal vez no fuera así.
"Un día perfecto para el pez banana"
A partir de la conversación entre Muriel y su madre el relato se llena de tensión. Se hace explicita la preocupación de la familia de Muriel por el potencial peligro que corre ella ante una posible reacción violenta de su pareja. La escena cambia cuando cortan la conversación. Aparece una niña que es la que se encuentra con este hombre peligroso llama Seymour. Mediante el dialogo que mantiene Sybil con este hombre se nota que no es la primera vez que se ven y que Seymour trata de sacarle alguna información de su padre, probablemente algún rencor de la guerra en la que había participado. Es confusa la relación que tiene con la niña, hasta tal punto que parece que va a matarla, pero algo que le dice ella hace que desista.
¿Será la culpa de haber querido matar a una inocente lo que lo lleva al suicidio? ¿Será que no puede convivir con su pasado? O ¿será que la locura (de la que se dan indicios a lo largo de la conversación entre Muriel y su madre) provoca ese desenlace? Estas preguntas son las que me quedan abiertas luego de leer este relato.
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