Desde comienzo de clase del taller la consigna fue una y clara: escribir. Y sí, ¿si no de que se va a tratar un taller de escritura? El problema es que desde el vamos sentarme a escribir me costó muchísimo.
Primer bloque: “Entrevista”, era algo conocido. Era cuestión de pensar un cuestionario e ir a ver a mi entrevistada. Ningún problema. El inconveniente surgió cuando a esas respuestas hubo que pasarlas en limpio, hacer una introducción y un final para que el escrito no quedara solo en pregunta-respuesta. Dos días escribiendo y borrando para que quedara algo presentable.
Luego bloque Crónica, de golpe mis conceptos se caen en pedazos y aprender y a tratar de hacer algo nuevo. El problema acá fue que no sabía como empezar, tenía la historia pero no sabía como expresarla. De nuevo a buscar la inspiración que se había escondido vaya a saber uno en dónde. Por fin bloque terminado.
Pero eso no fue todo, si no que había que agregar en cada bloque “notas de lector”. ¿Resúmenes de los textos? No. Opiniones nuestras sobre los textos dados y relacionarlos con las opiniones de otros autores. Me encanta leer, pero eso de escribir sobre mis lecturas no lo había hecho antes. Nuevo desafío.
En fin, llego como puedo a cada entrega de bloque y supongo que por eso tampoco estoy muy conforme con lo hecho, pero todavía me esperan dos entregas más donde espero poder superarme.
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